“Magda, estoy escribiendo un artículo sobre tu santa” — le comenté a una amiga. “Hala, ¿me concedes el honor de ser la primera en leerlo?” — respondió emocionada. “Ya veremos, de todas formas no me está saliendo como yo quería que me saliera”. “Es que igual te está saliendo justamente lo que alguna persona necesitará leer”. ¡Chapó!

En un inicio empecé comentando aquel episodio en el que Jesús salva a la mujer adúltera de morir apedreada, que como tal vez sabrás, aunque por tradición se ha atribuido a nuestra santa protagonista, su nombre no se menciona en ningún momento.

Existe también una teoría, que relaciona a la Magdalena con la mujer que derrama un caro ungüento sobre Jesús.

El primer problema me lo topé al comprobar que, en contra de la investigación con la que quería demostrar lo contrario, existen muy probablemente (hay diversas teorías según los diversos historiadores) dos episodios diferentes en los que se utiliza un caro perfume para ungir al Señor.

Eso de los dos episodios (y por lo tanto, dos mujeres) me parecía demasiada casualidad, por lo que decidí repasarlo todo con minucioso detalle. Cada vez que llegaba a una conclusión, encontraba un pasaje nuevo que me desmentía o alteraba mis teorías.

A pesar de tener la intención de terminar esta investigación que he empezado, no es posible que la pueda concluir dentro del plazo que poseo para entregar este artículo a tiempo. Sin embargo, queda pendiente.

Me centraré más bien en aquellos episodios en los que “María Magdalena”, aparece nombrada como tal en el Nuevo Testamento.

LAS PROVEEDORAS DE JESÚS

Yendo por ciudades y aldeas predicaba y evangelizaba el Reino de Dios. Le acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades. María Magdalena, de la cual habían salido siete demonios; […] Y otras varias, que le servían de sus bienes. Lucas 8, 1-3

María, en algún desconocido momento para nosotros, decidió volverse a Dios, entregarle su vida y emprender el camino del proceso a la santidad (porque la santidad es un proceso).

Como podemos comprobar, fue una de las mujeres fieles que acompañaron a Jesús tanto durante los momentos de dolor, como en aquellos de belleza y alegría. ¡Con qué cariño debía de cuidarle!

Leyendo sobre ella en los Evangelios, descubrimos a una persona increíblemente servicial. Se entiende que encontraba alegría donando su tiempo a aquel carpintero de Nazaret, por lo que la belleza de su vocación, era deducible y sencillamente, el permanecer atenta y disponible para Él.

No haría cosas aparentemente demasiado grandes, pero no me cabe duda de que cuidaba de todo mínimo detalle… como cuando hoy en día preparamos una Misa, planchamos las posibles arrugas del altar y nos aseguramos de que todos los vasos sagrados, donde el pan y el vino van a convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se encuentran dignos para Dios.

MUERTE DE JESÚS

Había también unas mujeres que de lejos le miraban, entre las cuales estaba María Magdalena. Marcos 15, 40

A Dios nada se le escapa por lo que, dentro de la belleza de sus planes, entraba el que fuera María una de las personas con las que quiso contar para tener cerca durante su Pasión. Debía ser enormemente querida por Jesús, con quien tendría una amistad preciosa.

Cuando hablamos sobre personajes bíblicos, a veces olvidamos que se trata de personas de carne y hueso, reales como tú y como yo, con una personalidad concreta, unos sueños concretos, unos gustos concretos…

Me apuesto cualquier cosa a que, aparte de interesantes conversaciones teológicas y profundas, la Magdalena y su Maestro también morirían de risa en no pocas ocasiones, compartiendo anécdotas y reviviendo diversos recuerdos, como ocurre en cualquier amistad.

Estaba junto a la cruz su Madre, y la hermana de su Madre, María la de Cleofás y María Magdalena. Juan 19, 25

Otra razón innegable que pone de manifiesto lo especial que era esta santa mujer, es el hecho de que Dios, de alguna manera, la eligiera para acompañar a sus Madre, a la que tanto amaba, en el momento más doloroso de su vida. Debió de ser un fuerte pilar para la Virgen cuando una espada le atravesó el alma.

SEPULTURA DE JESÚS

Estaban allí también María Magdalena y la otra María sentadas frente al sepulcro. Mateo 27, 61

Siempre al pie del cañón, incluso cuando más le costaba, sacrificando su comodidad por amor. Su vida la llenaba una razón muy grande.

Resucitado Jesús la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, a quien había echado siete demonios. Lucas 16, 9

Jesús era el mayor motivo de su alegría y Él, que sabía que era verdaderamente querido por ella, le correspondió convirtiéndola en una de las primeras personas a las que anunció la buena nueva de su Resurrección, llenando su alma, si cabe, de más fe y esperanza de la que probablemente ya tendría.

María Magdalena es ejemplo de virtud, constancia y donación. Al parecer, su nombre proviene de su lugar de origen, Magdala (aldea cercana a Cafarnaúm, situada en la orilla occidental del lago de Tiberíades) y su fiesta se celebra el 22 de julio.

Mafalda Cirenei

Publica desde marzo de 2020

Suelo pensar que todo pasa por algo, que somos instrumentos preciosos y que estamos llamados a cosas grandes. Me enamoré del arte siendo niña gracias a mi madre, sus cuentos y las clases clandestinas que nos impartía en los lugares a los que viajábamos. Soy mitad italiana, la mayor de una familia muy numerosa y, aunque termino encontrando todo lo que pierdo debajo de algún asiento de mi coche, me dicen que soy bastante despistada. Confiar en Dios me soluciona la vida.