Nuestra Señora del Carmen dijo a san Simón Stock (religioso inglés de la Orden del Carmelo a quien, según la tradición, le fue dado el escapulario por la Virgen del Carmen): “Yo prometo al alma que muera vistiendo devotamente Mi Escapulario, que no padecerá el fuego eterno, además, la libraré del Purgatorio el sábado después de su muerte”.

Portar el escapulario no garantiza que las promesas de la Virgen se cumplirán en nosotros, pues es necesario que nos dediquemos a Ella, que le consagremos nuestra vida y que nos comprometamos a vivir según los deseos de Nuestra Señora.

El que muera vestido con este Escapulario, no sufrirá el fuego eterno.

VIRGEN DEL CARMEN A SIMÓN STOCK

En la Edad Media, príncipes y señores feudales dieron a sus familiares y sirvientes la costumbre de llevar un uniforme que llevaba el color de su emblema. Los señores se enorgullecían de tener muchas personas vistiendo sus uniformes, mientras que al mismo tiempo los familiares y sirvientes se enorgullecían de llevar el uniforme de un señor importante. Los miembros de la Orden de san Simón comenzaron la costumbre de llevar escapularios sobre sus túnicas. Ésta era una prenda sin mangas, abierta a los lados, que cubría la cabeza y los hombros, y estaba suelta por delante y por detrás. En un comienzo lo usaban para proteger sus ropas en el trabajo. De aquí es de donde proviene el doble nombre de escudo y misión de servicio. Con el paso del tiempo siguió siendo el escapulario una parte importante y única de varias órdenes religiosas con diferentes diseños y colores para distinguirlas entre sí. Es por esto que éste es un rasgo religioso, un signo de devoción y dedicación personal al Señor, nuestro Dios, viviendo acorde a una cierta espiritualidad.

Acudamos a María en todas nuestras necesidades.

SAN SIMÓN STOCK

Cuenta la tradición que el domingo 16 de julio de 1251, el superior carmelita estaba rezando en su celda cuando la Santísima Virgen se le apareció y le entregó el escapulario marrón de la Orden.

Cuando se formó la Cofradía del Escapulario, la gracia y los frutos de este privilegio se extendieron rápidamente, trasmitiéndose su uso a todos los fieles creyentes. Fue por esto que los escapularios se redujeron a dos piezas de lana marrón, unidas por dos cintas, que deben llevarse alrededor del cuello día y noche. Para quienes lo llevan, es señal de su entrega a Jesús por María, reconociendo que Ella es Señora, Madre y Reina.

La riqueza de la Virgen María, Madre de Cristo, en su misión carmelita, tiene un aspecto muy especial: El estar atada a un manto. Esta vestidura es llamada el Santo Escapulario. ¿Acaso no es algo hermoso que nuestra Madre se preocupe por nuestra vestidura, nosotros que somos sus hijos? Así las cosas, pidamos a Nuestra Señora del Carmen que nos ayude a vestirnos espiritualmente por la gracia de Dios, manteniendo esa vestidura blanca y pura para siempre.

John Sergio Reyes León

Publica desde julio de 2020

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Soy un joven de 18 años de edad nacido en Bogotá pero residente en Medellín, la ciudad más católica de Colombia. Trato de seguir el ejemplo de los evangelistas al relatar la buena nueva que Dios ha hecho en mi vida. Parafraseando a san Pablo: Ahora no hablo yo, es el Espíritu Santo el que habla en mí.