El tiempo de Adviento es el primer período del año nuevo litúrgico cristiano. Comienza el domingo posterior a la solemnidad de Cristo Rey, y termina el 24 de diciembre, día anterior a la solemnidad de la Natividad del Señor. La Madre Iglesia es sabia al presentarnos este tiempo como una preparación para la venida del Redentor. Además, este tiempo es un espacio dependiente del tiempo de Navidad, por lo que se ve enriquecido por éste.

El Adviento debería ayudarnos a considerar toda nuestra existencia como una visita, como un modo en que Cristo puede venir a nosotros y estar cerca de nosotros, en cualquier situación.

PAPA BENEDICTO XVI

Una pedagogía llena de belleza que usa nuestra Madre Iglesia y que lo hace con el objetivo de marcar este tiempo es a través de la famosa Corona de Adviento que, a través de su forma circular y sus ramas verdosas, nos recuerda el amor eterno de Dios, llenando así nuestra vida de esperanza. Esta Corona nos invita a estar atentos y vigilantes ante la venida al mundo de Nuestro Señor.

Toda nuestra ciencia consiste en saber esperar.

SAN RAFAEL ARNÁIZ BARÓN

Por otro lado, en la Corona de Adviento se destacan sus cuatro velas que simbolizan al creyente atento a la Palabra de Dios, que hace un camino de conversión para dejarse iluminar por completo por la belleza de la luz de Cristo. Dos velas moradas que se encienden en los dos primeros domingos de Adviento, una rosada como símbolo de alegría ante la cercana venida del Señor en el tercero, luego otra morada en el cuarto y último domingo de este tiempo litúrgico, y una blanca que se enciende en la Nochebuena, como anuncio ante la inmediata natividad del Hijo de Dios.

El Adviento es un camino hacia Belén. Dejémonos atraer por la luz de Dios hecho hombre.

PAPA FRANCISCO

A lo largo de este tiempo de Adviento, la Iglesia nos va presentando una liturgia que gira en torno a la venida del Jesucristo. El primer domingo se centra en la venida del Señor al final de los tiempos, en el segundo domingo se nos invita a tener una actitud de conversión permanente, en el tercer domingo se nos anuncia la venida del Señor y por esto la Iglesia nos invita a alegrarnos, y finalmente en el cuarto domingo se nos anuncia la llegada del Hijo de Dios al mundo.

En el corazón de la noche, vendrá por nosotros. Pero su deseo es también venir a nosotros, es decir, habitar en el corazón de cada uno de nosotros.

PAPA BENEDICTO XVI

A continuación les dejaré un canto muy poco conocido pero muy hermoso que podemos ir escuchando y meditando a través de este tiempo litúrgico.

https://youtu.be/ukIbp9Wqj_Q

Queridos lectores: aprovechemos este tiempo litúrgico de Adviento para pedir a Dios Padre que prepare nuestro corazón y lo haga digno de recibir a su Unigénito la noche de Navidad.

John Sergio Reyes León

Publica desde julio de 2020

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Soy un joven de 18 años de edad nacido en Bogotá pero residente en Medellín, la ciudad más católica de Colombia. Trato de seguir el ejemplo de los evangelistas al relatar la buena nueva que Dios ha hecho en mi vida. Parafraseando a san Pablo: Ahora no hablo yo, es el Espíritu Santo el que habla en mí.