Los mártires son aquellas personas que sufren persecuciones, dolores y la misma muerte por amor a Dios y a su Fe. Cuando escuchamos esta palabra es posible que podamos llegar a sentir miedo, pues no todos estamos dispuestos a dar la vida por Jesús nuestro Señor, aún cuando así debería ser. Entonces, los mártires, son todos aquellos cristianos que fueron capaces de dar todo por Cristo, incluso hasta su vida, imitando así el Sacrificio Salvífico de nuestro Señor en la Cruz. La belleza de la vida de estas personas es un ejemplo vivo de su amor y entrega total a Jesús, pues prefirieron dar su vida que renegar de su fe.

En la tumba de los mártires es donde crecen los laureles de la victoria.

IGNACIO MANUEL ALTAMIRANO

El 26 de diciembre celebraremos la fiesta de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, quien era amigo de los apóstoles de nuestro Señor. Esteban hablaba y defendía a Jesús, por lo que fue acusado por falsos testigos ante el Tribunal Supremo de Jerusalén. Se dice que el santo nunca sintió miedo, antes bien, pronunció un hermoso discurso que se puede encontrar en el capítulo siete de los Hechos de los Apóstoles. Esteban nunca negó de su fe en Jesucristo, por lo que los judíos, llenos de ira, lo arrastraron fuera de la ciudad donde lo apedrearon hasta matarlo.

Mientras era apedreado, Esteban oraba así: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Después se arrodilló y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Y dicho esto, se durmió en el Señor.

HECHOS 7, 59 -60

Los que apedrearon a Esteban, dejaron su ropa junto a un joven llamado Saulo, quien convertido después por las oraciones del mártir, de quien aprobaba su martirio, llegaría a ser San Pablo. Luego de esto, la comunidad cristiana rescató el cuerpo de San Esteban para darle digna sepultura.

La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos.

TERTULIANO

La belleza del testimonio de la vida de los mártires como San Esteban, San Maximiliano Kolbe, Santa Ana Line, Santa Inés, Santa María Goretti, y todos los mártires de Dios, es una total invitación para nosotros como cristianos a entregarlo todo, incluso la vida si es necesaria, por Cristo, Aquél que entregó todo por nosotros. Además, es el mismo Señor Jesucristo quien nos recuerda que no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

En el jardín de la Iglesia se cultivan: las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.

SAN AGUSTÍN

Que la belleza de nuestra vida se vea enriquecida al entregarlo todo de nosotros por quien estuvo dispuesto a dar su vida por los suyos. Y que así como San Esteban, primer mártir de la Iglesia, podamos proclamar nuestro amor por Cristo aquí en la tierra, para acompañarlo eternamente en el Cielo.

John Sergio Reyes León

Publica desde julio de 2020

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Soy un joven de 18 años de edad nacido en Bogotá pero residente en Medellín, la ciudad más católica de Colombia. Trato de seguir el ejemplo de los evangelistas al relatar la buena nueva que Dios ha hecho en mi vida. Parafraseando a san Pablo: Ahora no hablo yo, es el Espíritu Santo el que habla en mí.