Probablemente alguna que otra vez, nos hemos planteado los siguientes interrogantes: ¿Puedo marcar la diferencia? ¿Cómo lo hago? Pareciera ser algo bastante difícil, pero seguro que conocemos gente que marcó y/o suele marcar la diferencia.

Seguramente la historia que te vengo a contar la conoces, hay pocos que no la conocen. Se trata de una pintoresca historia, que incluso a pesar de soler estar menospreciada, es demasiado tenida en cuenta a la hora de hacer cuentos para colorear o en las escuelas dominicales; sin embargo, tiene una gran relevancia a pesar de haber sucedido en el primer libro de la Biblia. Se le menciona en diversas ocasiones a este héroe de la fe del cual les vengo a hablar. Se trata de Noé.

Para ello te propongo darle play a la música:

Como mencioné anteriormente, se le menciona en varios pasajes bíblicos, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, Isaías, Ezequiel, Noé es mencionado en la genealogía de Cristo, Pedro le menciona en sus cartas, el escritor de la epístola a los Hebreos le menciona como uno de los héroes de la fe, así como el mismo Jesucristo también lo hace.

Y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos. 2 P 2,5

El mundo estaba totalmente corrompido hasta el punto en que “se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Gn 6,6). El mundo estaba embarrado por muchos pecados, pero mencionaremos algunos relevantes: degeneración, idolatría y homicidio. Dios quería culminar con todo eso e iba a mandar su juicio en forma de diluvio.

Esta historia no solo tiene relevancia, sino también vigencia. Veamos lo que nos dice Jesús: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.  Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mt 24, 37-39). Es una historia contemporánea. Dios quiere volver a caminar con nosotros, como era en un principio. Los tiempos vuelven a parecerse a la primera etapa: la degeneración que se quiere imponer como una normalidad, la violencia, la idolatría por uno mismo, etc.

Muchos piensan que esta historia se centra en el castigo, pero no es así, el centro de lo que se relata en el Génesis desde el capítulo 6 al 9 es la gracia. No voy a exponer todos estos capítulos, el que quiera puede recurrir a su Biblia y leerlos, pero citaremos algunos versículos de los mismos, en este caso vamos al Cap. 6:

Noé halló gracia ante los ojos del Señor. Estas son las generaciones de Noé: Noé varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Gn 6, 8-9

Esta es la primera vez que aparece la palabra “gracia” dentro de la Escritura. Resulta que en hebreo el nombre Noé se escribe con dos letras, vamos a llamarle por lo que parecen esas letras “NJ” y su nombre significa “cómodo”; ¿Vos caminarías con una persona con la cual no te sentís cómoda o preferís caminar con alguien que te sientas cómodo? ¡Exacto! Si uno tiene que salir a caminar, elige salir a caminar con alguien con quien comparta gustos, preferencias… hasta si elegimos callarnos mientras vamos con una persona con la cual nos sentimos cómodos, no nos molesta.

Ahora bien, dijimos que Noé se escribe con dos letras y le llamamos por lo que esas letras se parecen “NJ”, pongamos estas letras en el espejo y van a aparecer al revés: “JN”, ¿y qué es “JN”? De esta forma se escribe la palabra gracia en hebreo. Son las mismas letras en reflejo.

Esto significa que el que encuentra agrado, comodidad en Dios, Dios se agradará de él con gracia y favor. Si vos te pones cómodo en la presencia del Señor y quitas todo estorbo que no te permita caminar y conversar con Él, entonces la repuesta de Dios será la gracia y el favor. ¡Comienza hoy mismo a ponerte cómodo en la presencia de Dios!

Presento la siguiente cuestión: ¿Noé era un santo? ¡NO! era un hombre justo frente a los ojos del Señor, eso es porque él cuidaba de su vida espiritual, cuidaba su fe y escuchaba a Dios. Noé podía ver todo lo que pasaba a su alrededor, pero no dejó que el mundo lo arrastrara a ello, él tenía la capacidad de valorar a Dios y su bendición por encima de cualquier otra oportunidad de perversión y diversión efímera y pasajera, en comparación de la felicidad verdadera que implica caminar con Dios.

Dijimos que Dios venía a traer juicio, pero a los que estaban cómodos con Él les trajo respuesta, y con esto quiero decirte: Si estás pasando por algo, no temas, Dios tiene la respuesta.

Dios le habla a Noé y le dice: Voy a destruir todo. Construye un arca, tiene que tener 23m de ancho, 13 m de alto, 140 m de largo. Tres pisos, una sola puerta y una ventana arriba. Hazla con madera de gofer, calafateada con brea, por dentro y por fuera. Voy a mandar lluvia, mucha, voy a causar un diluvio. En el arca solo van a ir vos y tu familia, los voy a salvar. También van a ir animales que voy a rescatar y tienes que almacenar alimentos.

Dios le pidió una tontería a Noé, la verdad que no le pidió nada…

Vamos a resaltar algunos aspectos de este héroe de la fe:

  • Estableció prioridades.

La salvación era lo más relevante para Noé. El nombre de Dios en hebreo utilizado en este caso con Noé equivale a “justicia”. Noé caminaba con la Justicia. Noé tenía claro que si buscaba justicia, todo lo demás le sería dado por añadidura.  Jesús después es muy clarito al decirlo: “Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura” (Mt 6, 33).

Tenía otra prioridad además de la salvación:

Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase. Heb 11, 7

En las prioridades de Noé estaba el salvar su casa, es decir, su familia. Su familia era su motivación. Viene Dios y viene tu familia, esas son las prioridades. Un héroe de la fe es aquel que agrada a Dios, pero piensa en su familia y que la misma se aferre a Dios.

  • Obediencia

Hasta entonces nunca, repito ¡nunca había llovido! Era algo inédito, nadie había visto algo parecido, lo que iba a suceder no tenía precedente.

Cuando hablamos con Dios solemos tratar de negociar con Él. Imagina lo siguiente, Dios viene y te pide que hagas un arca como la de Noé, estoy seguro que responderíamos algo así: “No mira Señor, me parece que deberíamos meterle una ventana más porque no existen los focos, entonces si ponemos otra ventana produce un aprovechamiento mayor de luz, y después estaría bueno que agregásemos al arca una suite para ir cómodos con la familia, si ves que puedes, tratemos de agregarle una puerta, etc, etc, etc”. Quiero que sepas que no sabemos más que Dios. La fe de Noé se traduce en obediencia: hacer lo que Dios dice, punto.

Dijimos que esta historia ocurre desde el capítulo 6 al 9 del Génesis, en los mismos se habla de Noé, pero no se le escucha. Noé no habló ni una vez hasta que se dirigió a sus hijos. Mientras hablaba Dios, él escuchaba y obedecía.

Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó. Gn 6, 22

  • Paciencia

Hoy en día queremos todo enseguida. Noé tardo 120 años en construir el arca. Cuando la fe se expresa en la espera, la paciencia es un don.

Esta paciencia en el Señor trae dos opciones, la desesperación o el fortalecimiento. Los héroes de la fe escogen fortalecerse en la espera de la promesa; y Noé tenía una promesa gigante: sería el fundador del nuevo mundo… Promesa grande es igual a una presión grande.  En la parábola de la viuda y el juez (Lc 18, 1- 8), Jesús se refirió sobre la necesidad de “orar siempre y no desmayar” (v.1), “el Hijo del Hombre ¿hallará fe en la tierra?” (v.8)

Noé tenía todo para sentirse alguien poco especial, en su genealogía ascendente dice que “fulano tuvo a mengano y tuvo hijas e hijos”, esto suponía que tal persona tenía muchos hijos e hijas, aunque solo mencionaban a los importantes en la genealogía. Pero de Noé se dice claramente que tuvo 3 hijos: Sem, Cam y Jafet. Para nosotros esto es una familia típica, pero recordemos que los hijos para los israelitas eran símbolo de bendición. Podríamos decir que Noé estaba casi maldito por tener tan poca descendencia; sin embargo, Dios lo hará piedra fundamental de una nueva humanidad.

Aunque pienses que sos poco, que en comparación al resto sos poco, Dios hará cosas grandiosas en tu vida y Noé te dice: “Una persona puede marcar la diferencia”.

Vos sos un Noé en potencia. Paul Acuña

Luego de 120 años de trabajo duro, construyó el arca. Durante ese tiempo no solo se encargó de cortar y clavar madera, sino que predicó día y noche sobre la necesidad del arrepentimiento. Pedro lo llama pregonero, Noé estaba cubriendo todos los frentes, por lo cual podían llamarle loco, él no solo estaba construyendo algo de tamaño sideral, sino que también se tomaba el tiempo para anunciarlo.

Prestemos atención a esto, Dios te da una misión, un proyecto, una visión, pero no te da maderas cortadas. Es tiempo de que la obediencia sea paciencia y oración puestas en movimiento. Es mentira que la fe no se ve, al que no ves en todo caso es al Creador de esa fe; la fe se debe ver, se debe sentir, se debe palpar. La fe es tu acción, la fe es lo que hablas, es lo que decís, es lo que ves, lo que escuchas.

Reitero que Noé nos dice: “una persona puede marcar la diferencia” , siendo un hombre de integridad y obediencia, cada uno puede hacer que el lugar en el que esta sea mejor de cómo lo encontró. Marca la diferencia para las generaciones futuras, tus acciones ayudarán a los que te seguirán, debido al pacto de Dios con Noé, tenemos la certeza de que no corremos el riesgo de la destrucción por un diluvio, todos los hombres seguimos recibiendo el beneficio que vino de la vida de un hombre justo.

Las Escrituras dicen que “el Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles” (2 Cro 16,9). Dios desea caminar contigo, desea que te sientas cómodo con Él. Puedes marcar la diferencia a cualquier edad, mira a Noé… cuando comenzó a llover él tenía 700 años de edad. Nunca eres demasiado viejo, ni demasiado joven para marcar la diferencia por Dios.

Noé nos dice por último que no tengamos miedo de destacar en una multitud, debemos mantenernos firmes en la fe, incluso cuando el mundo adopta una actitud contraria a la mía, debemos ir “mar adentro” (Lc 5, 4). No temas hacer algo por primera vez y cuando vean un arcoíris, recuerden que una sola persona puede marcar la diferencia:

Y dijo Dios: esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: mi arco he puesto en las nubes el cual será señal del pacto entre mí y la tierra. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: Ésta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. Gn 9, 12-17

Nunca se había visto un arcoíris en el cielo hasta después de que Noé terminó lo que Dios le pidió. La próxima que veas un arcoíris recuerda la promesa de Dios para ustedes: ¡Pueden marcar la diferencia!

Este héroe tuvo llegada al corazón de Dios, fue llamado por Él a marcar la diferencia, ¿tú estás listo para que Dios te llame a marcar la diferencia?

Gabriel M. Acuña

Publica desde marzo de 2020

Argentino. Estudiante de Psicología. Diplomado en liderazgo. Miembro de Fasta. Consigna de vida: "Me basta Tu gracia" (2 Cor 12, 9). Mi fiel amigo: el mate amargo. Cada tanto me gusta reflexionar y escribir, siempre acompañado del fiel amigo. ¡Totus Tuus!