Querido hermano, me dirijo a ti una vez más para presentarte lo que posiblemente sea el proyecto más complicado y, a su vez, más dulce que el Señor me haya permitido llevar a cabo. Un proyecto donde nuestro Señor nos dará la sabiduría para poder hablar de Su infinita belleza: FOCUS by Cathopic.

Breve historia

Desde hace algún tiempo llevaba intentando crear un medio medianamente serio para hablar sobre el Señor, sobre todo lo que Él hace en nuestras vidas. Sobre las caídas y triunfos, tristeza y alegría, sobre la soledad y el amor. En definitiva, quería tratar todas aquellas cuestiones que a un joven le pueden “rallar” la cabeza en diferentes aspectos de su vida.

¿Qué pasa? Que a veces no es tan fácil saber exactamente lo que la gente espera de ti, sobre todo si trabajas de cara el público y tratas con miles de personas. Decir “quiero tratar cuestiones que a un joven le preocupan” es como no decir nada, ya que el campo es lo suficientemente amplio como para que el que acabe preocupado seas tú. Y eso fue lo que exactamente me pasó.

Comencé pensando que podríamos hablar sobre el noviazgo y el matrimonio, pero entonces conocí el blog de Emma y Didier. Claro, después de leer varias publicaciones suyas se me quitaron las ganas ya que lo hacían tan sumamente bien, que intentar escribir algo al respecto sería como insultar a una obra perfectamente ideada por el Señor. Tema descartado.

Luego pensé en varias temáticas alternativas, pero a medida que iba profundizando me iba dando cuenta que no me inspiraban nada. No sé. Quizá no me llamaban la atención (le doy muchas vueltas a las cosas). Y así, tras buscar, buscar y buscar, no encontré absolutamente nada.

El caso es que soy una persona muy curiosa y me gusta en ciertas ocasiones profundizar en los temas. Un día de pronto comencé a hacerme preguntas sobre la belleza. Si, si. Tal cual. Iba por la calle y veía pasar personas. Algunas eran guapas, otras normales, y otras que bueno… digamos que sus dones eran otros. El tema es que de pronto comencé a preguntarme qué era aquello que hacía que yo percibiera la belleza de una forma o de otra. Es decir, en el caso de las personas que pasaban a mi lado, ¿qué era lo que hacía que para mí algunas fueran guapas y otras no? ¿Por qué esas personas que yo consideraba que eran guapas, quizás para otros podrían no serlo? ¿Qué tengo innato en mí que hace que califique un paisaje como bello o como una cagada? En fin, me surgieron un montón de preguntas que no tenía ni idea de cómo responderlas.

Tras varios días con este ruido en la cabeza, seguía igual de perdido que al comienzo. Todas las respuestas que encontraba en mi oración eran bastante simples. Como siempre, el Señor no dejó que este inculto y pobre servidor suyo se quedara con las dudas.

Pasados unos días, mi novia y yo asistimos a un conciertazo de Athenas (si no la conoces, ya estás tardando en escuchar su música dedicada a la evangelización). La verdad es que para ambos fue una experiencia increíble. De repente, en mitad del concierto, sacaron al Santísimo y pudimos disfrutar de una Hora Santa espectacular.

Mientras cantábamos al Señor y le alabábamos, de pronto me quedé hipnotizado mirando fijamente a Jesús. Él estaba allí, lo podía sentir. Estaba sucediendo un encuentro con Él de los que cuentas el resto de tu vida. Sentí paz, mucha paz. A medida que iba pasando el tiempo arrodillado ante Jesús, comencé a darme cuenta que la Belleza era Él. ¡Si! Comprendí que mirarle a Él era lo más bello que me podía pasar en la vida y que no siempre había sido consciente de ello. Fue como un despertar y ver de pronto que aquellas preguntas que me había hecho días antes habían quedado respondidas adorando a Cristo. Comprendí una vez más que Él era la respuesta. ¡Bruuutal!

En ese preciso instante supe que debíamos crear un medio que hablara sobre la Belleza. Pero no una belleza cualquiera. No, no. Hablo de la BELLEZA. Es decir, sobre cómo Dios se manifiesta en todos los aspectos de nuestra vida a través de cinco ramas fundamentales: el arte, la creación, las relaciones humanas, nuestro trabajo y la vida de oración.

Y aquí está el resultado, amigo mío. Una revista creada por Cathopic para llevar a los demás toda la Belleza que esconde un sencillo instante delante de mi Jesús Sacramentado.

Y, ¿por qué se llama FOCUS?

Pues porque me da la gana. Jajaja, es broma, ¡no te enfades! Verás, elegimos este nombre por 3 sencillas razones:

  1. Mi coche es un Ford Focus. Nada que ver, jajaja.
  2. Es un nombre fácil de recordar. “FOCUS by Cathopic”. ¡Me encanta como suena! ¡Espartanos! ¡FOCUS, FOCUS, FOCUS! ¡Au, Au, Au! Jajaja, se me va…
  3. En términos fotográficos tiene sentido, ya que Focus significa en inglés “Enfocar”. Se que la revista online no tiene nada que ver con la fotografía, pero no debes olvidar que FOCUS forma parte de Cathopic.com, el mejor banco de fotografías católicas del mundo (como ves, no necesito una abuela).
  4. Cuando enfocamos a alguien o algo, en dicho instante toda nuestra atención se centra en eso. Es decir, digamos que se convierte en algo importante para nosotros. Y, ¿quién es el más importante de nuestras vidas? Jesús. Por tanto, FOCUS hace una invitación a que centremos toda nuestra atención en la belleza de Cristo, que es el jefazo de este proyecto.

Público y objetivo

Respecto al objetivo, creo que ha quedado medianamente claro: transmitir la Belleza del Señor y hablar sobre como esta se manifiesta en diferentes aspectos de nuestras vidas.

En lo referente al público al que nos dirigimos es bastante sencillo de explicar. Básicamente queremos hablar a los jóvenes de todas las edades. No importa si tienes 18, 25, 42, 78 o estás ya viendo el Cielo al final de la recta. Lo importante es que Focus sea un lugar donde puedas pasar un rato de lectura agradable junto al Señor y disfrutes de la experiencia de mezclar en una revista el buen diseño con un buen contenido (algo que desgraciadamente nuestra Madre Iglesia a veces se olvida hacer). En Cathopic creemos firmemente que para llegar a tocar los corazones de los jóvenes de hoy en día, son necesarios 3 elementos fundamentales: oración, diseño y contenido.

El error más tonto es ver el diseño como algo que se hace al final del proyecto para dar orden al desorden. En vez de entenderlo como un punto de partida y parte de todo.

La oración y el contenido están presentes en numerosos proyectos católicos, pero muchos se olvidan que el diseño es el arte de saber plasmar esa oración y ese contenido en un instante gráfico. Es hacerlo visible.

Querido hermano, vengas de donde vengas, hoy te invito a rezar por esta nueva iniciativa que ponemos en marcha desde Cathopic. Como es el día de San José (escribimos desde España), queremos encomendar este proyecto al Santo que “enfocó” toda su vida en su Hijo. ¡Un Santo que es un auténtico crack! ¡San José, ruega por nosotros!

Bienvenido, amigo mío, a FOCUS by Cathopic.

Dimitri Conejo Sanz

Publica desde febrero de 2019

Sitio web personal

Católico y español. Diseñador y desarrollador web. Pongo mis dones al servicio de Dios para dar a conocer la Iglesia al mundo entero desde un trabajo profesional y bien hecho. Enamorado de cualquier cosa que tenga que ver con capturar la creación en un instante.